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TAMAULIPAS Y LA ODISEA DE LAS SIRENAS

CUADRANTE POLÍTICO

POR FERNANDO ACUÑA  PIÑEIRO

TAMAULIPAS  Y LA  ODISEA  DE LAS SIRENAS

Profundizar en la mitología del Mediterráneo, nos lleva hasta las cercanías  de Sicilia y el dulce canto de las sirenas homéricas. La Odisea  de Ulises, describe la belleza y recrea el relato de mujeres fantásticas con medio cuerpo de ave, muy diferentes a los moldes visuales inventados por la cultura consumista de damas oceánicas, con caderas de pescado.

La narrativa de esta aventura, donde  el héroe de la leyenda griega, le ordena a sus marineros que se tapen los oídos con cera y que a él lo amarren al mástil del barco, es muy hermosa. Al final, todos ellos derrotan a las sirenas, que pretendían seducirlos con sus cantos y provocar  su  hundimiento.  Entonces, vienen las consecuencias, pues según las reglas del juego mitológico, al fracasar, una de aquellas ninfas aladas tenía que morir.

La sirena se llamaba Parténope, y su cuerpo fue arrastrado, hasta quedar tendida en las costas italianas, justo, donde ahora se erige la ciudad de Nápoles. Es aquí, donde la imaginación  se diluye en tierra firme y  empiezan a nacer los hechos  reales: la historia de la delincuencia europea, y  sus dos enclaves más emblemáticos: la mafia siciliana  y la camorra  napolitana. Los dulces cantos de los poderes fácticos, que hasta la fecha, siguen seduciendo al poder político, sin importar  que sean de izquierda o  de derecha.

La inmigración masiva de sicilianos  y  algunos  napolitanos, (entre ellos la familia de Al Capone) llega a Estados  Unidos, hacia finales del siglo XIX  e inicios del siglo XX, con el ingreso de cien mil italianos, donde  se incubaba el germen de lo que años después  serían las poderosas  familias del crimen organizado.

Paralelamente, la última década del porfiriato en México,  marcó ya desde entonces,  la existencia de un mercado negro en la frontera tamaulipeca. En nuestro país, el  desarrollo delincuencial, traducido en el contrabando de alcohol, al estilo de las mafias estadounidenses, se iniciaría de manera visible, hacia  1929 en coincidencia  con el nacimiento del PNR  callista. Y  alcanzaría niveles  escandalosos   con el alemanismo. Ya desde entonces, Tamaulipas ocupaba un lugar importante, en el trasiego de mercancías ilegales.

La maldición de las sirenas  sicilianas y napolitanas, derrotadas  por Ulises, en el Mediterráneo, llegó a  nuestro estado, para quedarse.  Tal y como ocurrió en  las costas de la Europa del sur,  en las costas  tamaulipecas,  nacieron también  poderosos  grupos  de familias, que a la postre derivarían  en temibles  carteles, hasta hoy imbatibles.

En la actualidad,  el  ulular  de las sirenas  policiacas, constituyen el sonido urbano más cotidiano  de  los pueblos y ciudades  tamaulipecas. Pero estas  solo  causan un impacto psicológico entre la ciudadanía, pues  la delincuencia  les ha perdido el respeto.

Las sirenas, y sus torretas encendidas, siguen arrastrando a lo largo y ancho de la geografía  tamaulipeca,  el sonido más emblemático del miedo  ciudadano.

La Odisea de la inseguridad  tamaulipeca,  no tiene para cuando terminar. El tránsito  de nuestra sociedad, hacia la paz social,  sigue  prolongándose, como  Penélope que tardó 20 años, esperando a Ulises.

Y lo  más preocupante: en México, las instituciones parecen  haber sucumbido a los dulces cantos  de la complicidad  y del contubernio.

FESTEJAN A  LAS MADRES  EN LA UAT

Para quienes  no saben cómo surgió  la fecha  más  emotiva  de  México, esa que nos mueve a invadir  las tiendas para comprar  pasteles, ramos  de flores  y  organizar   festejos  familiares, en todas las escalas  sociales,  fue  el periodista  Rafael  Alducín,  fundador  del diario Excélsior, quien  en 1922, convocó con éxito a la instauración de esta celebración. Alducín, más que  un buen periodista, era un excelente y visionario hombre de empresa. Lamentablemente murió joven, pues  se cayó de un caballo, durante  un paseo campestre  en Chapultepec.

A  propósito  del 10 de mayo,  nuestra universidad  pública, la UAT  no se quedó atrás  y celebró exitosamente  a las madres, con un  bonito festejo en esta capital. Cientos de jefas  de familia, pertenecientes  al SUTUAT, acudieron al tradicional  encuentro en su honor. Hubo rifa de regalos, ricos platillos, y desde luego no podía faltar  la música, para alegrar  el alma.

En esta ocasión, asistió con  la representación del rector, el Secretario de Administración  Víctor Hugo Guerra  García, mismo que emitió un mensaje de  reconocimiento  a las madres trabajadoras. La líder sindical   del SUTUAT, Verónica Trejo Zuñiga, destacó también el esfuerzo diario de las festejadas, en favor  de la UAT, y  saludó la presencia de las jubiladas, mismas que según dijo sirven de ejemplo a las generaciones más jóvenes.

POSDATA.— Muy lamentable, el atentado sufrido  por  la representante  de desaparecidos en San Fernando. El  líder visible  en Victoria, es Guillermo Gutiérrez  Riestra.