EspecialesTamaulipas

Thamnophis marcianus especie que forma parte de la riqueza biológica de Tamaulipas

Por Carlos Andrade

Reynosa, Tamps. – La serpiente thamnophis marcianus tiene las características morfológicas de un aspecto ligeramente delgada pero robusta en comparación de las demás especies pertenecientes al género Thamnophis. En la etapa adulta llegan a tener una talla de 350 y 400 mm de LHC (Longitud Hocico-Cloaca). La cola es larga, delgada del 24 al 27% de la longitud del cuerpo. Una Cabeza con forma cilíndrica, solamente algo distinta del cuello, ojos con grandes pupilas redondas. Su coloración dorsal es generalmente café o bronceada con bloques obscuros alternados sobre la superficie lateral del cuerpo. Hay una línea vertebral clara de una a tres escamas de ancho, poco diferenciada de la línea lateral. La línea puede ser interrumpida por los bloques laterales y ocasionalmente algunos especímenes pueden carecer de dichas líneas. El vientre es generalmente crema, puede ser uniforme, o presentar dos filas de pequeñas manchas redondas. Es una especie ectodérmica, vivípara, carnívora.

Su distribución actualmente es desde en Norteamérica, en los estados mexicanos de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Sonora, Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas; en el Centro y Sur para Zacatecas, Querétaro, Jalisco, San Luis Potosí, Distrito Federal, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y La Península de Yucatán

Esta serpiente cuenta con la habilidad de realizar actividades del tipo acuáticas por lo que el hábitat se encuentra en estrecha relación con cuerpos de agua temporales o perennes. En Tamaulipas se han localizado sobre brechas colindantes con los bordes de lagos, lagunas, ríos o charcas intermitentes.

En México se desconoce específicamente sobre los hábitos alimenticios de las poblaciones de T. marcianus; sin embargo, se tiene reportado que en poblaciones localizadas en Sur de los Estados Unidos se alimentan de ranas, sapos, renacuajos y lombrices de tierra, en menor grado peces y salamandras.

Es una especie vivípara, se conoce poco a cerca de la reproducción en ejemplares de México; en ejemplares de América del Norte, se sabe que tienen camadas de entre 5 y 31 crías. En Belice se han encontrado crías en julio y agosto, el parto ocurre aparentemente en la época lluviosa del verano.

El estado de conservación actual en el territorio nacional se sitúa como una especie amenazada de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010.

El principal factor de riesgo para esta especie es la falta de información sobre el estado de sus poblaciones en México. Se sabe que la reducción y fragmentación del hábitat afecta a la mayor parte de las especies en estado natural, sin embargo, la falta de información biológica y ecológica del taxón hace difícil estimar las respuestas que puede tener la especie a los diferentes cambios que ocurren en el país actualmente.

El hábitat de esta especie se encuentra fragmentado debido el crecimiento de las áreas urbanas y sus consecuencias. Se conoce poco sobre la biología y ecología de la especie, pero tomando en cuenta otra especie de costumbres y necesidades similares, se estima que las condiciones del hábitat son limitantes para la especie, aunque no se conoce en que magnitud.

Es una especie importante ya que forma parte de los diferentes niveles tróficos en la cadena alimenticia y parte de la riqueza biológica de Tamaulipas.