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Transformar, no es volver al pasado

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Oscar Contreras

Transformar, no es volver al pasado

Cuando el presidente Miguel de la Madrid designó al ingeniero Américo Villarreal Guerra como candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, nadie se opuso era una instrucción presidencial y las circunstancias por las que México y el estado pasaban, le ayudaron a ganar.

Así que los caciques de aquel momento lo apoyaron y fue el primer tecnócrata del PRI que llegó al gobierno estatal. Sin embargo, su manejo discreto y respetuoso para gobernar le ayudó para que el gobierno federal iniciara eso que AMLO llama neoliberalismo.

Después llegó Manuel Cavazos Lerma, otro tecnócrata que sería impuesto por Carlos Salinas de Gortari, pero lo hizo dos años antes de que Villarreal Guerra terminara su sexenio y eso le dio un gran poder, porque se sabía que lo había designado el futuro presidente.

En el mandato de Cavazos Lerma quienes integraban la cúpula del poder económico y político estatal, sufrieron sus desplantes, ya que, al ser el todo poderoso en el estado, le afloraron sus traumas y su pasión contenida durante su vida se salió de control y les dio rienda suelta.

Sin embargo, se reconoce que gracias al apoyo del presidente Salinas, el gobierno de Cavazos modernizó las carreteras y gran parte de la infraestructura urbana de las principales ciudades de Tamaulipas.

Pero lo más importante que logró fue la designación del candidato del PRI a través de la “democracia interna” y de esta manera, Tomas Yarrington Ruvalcaba logró la gubernatura.

Por supuesto que el americanismo quedó pulverizado y sus políticos se hicieron a un lado, para que Manuel Cavazos Lerma, el enviado del presidente Salinas, consolidará sus proyectos en el estado como lo fueron principalmente: la Reforma Social; la Reforma Económica y la Reforma del Campo.

Reconocemos que la designación de Cavazos fue la más acertada en ese momento, ya que vendrían una serie de acciones «judiciales» para acabar con los cacicazgos obreros y así, establecer una nueva época en la historia del estado, donde prevaleció la incorporación de “empresarios” en el panorama de la política tamaulipeca.

Desde luego que el ingeniero Américo Villarreal Anaya jugó un papel central en la llegada de los tecnócratas -Cavazos y Yarrington- a Tamaulipas, ya que nunca ni por error se opuso a los cambios y acciones que desde Los Pinos se diseñaron para realizarse en el estado.

Ahora a su hijo, el doctor Américo Villarreal Anaya, le tocará hacerlo lo mismo, pero siempre y cuando gane la elección y si esto llega a suceder, tendrá que establecer una trasformación de la sociedad y el gobierno, casi igual a lo que su padre lo hizo con la Renovación Moral de la Sociedad.

Habrá que recordar que casi al finalizar el gobierno del ingeniero Américo Villarreal Guerra, el presidente Miguel de la Madrid lo premió porque el gobierno de Tamaulipas fue el único estado de la República que entregó sin deudas su administración y esto, aunque es imposible que lo consiga el doctor, lo que podría hacer, es reducir la gran deuda que se queda.

Aunque también tendrá que hacer una renovación de cuadros en el gobierno, con gente que realmente tenga vocación, profesionalismo y responsabilidad para el servicio público, porque de otra manera, viendo quienes son los que lo acompañan la transformación que tanto promete se irá al despeñadero y sólo se quedará como una frase de campaña.

Además, algunos de los cercanos que el doctor Villarreal Anaya trae en su equipo, estuvieron en la época en Cavazos Lerma llegó y el desprecio con que trataban a los americanistas en el gobierno no se olvida, ya que en muchas ocasiones hasta les ordenaban lo que tenían que hacer.

En fin, si el doctor Américo Villarreal Anaya gana la elección tendrá que hacer en memoria de su padre un recorte de los que con desdén lo trataron siendo gobernador constitucional y es momento, que alguien de los cercanos al ingeniero Villarreal Guerra le refresque la memoria a su hijo y no quede impune lo que sucedió en aquel entonces… Así de simple.

De salida. César “Truko” Verástegui, candidato de la coalición “Va por Tamaulipas” a la gubernatura, dejó en claro que nadie desea regresar a un pasado de terror, horror y homicidios, y por eso hay que combatir al crimen y no se instaure la política de “abrazos y no balazos”, del gobierno federal que está dejando una estela de violencia en Michoacán, Guerrero, Sonora y Zacatecas.

Y para que esto no suceda en Tamaulipas el Truko dijo:

“Lo primero es la lealtad hacia la sociedad, deben saber que no vamos a defraudarlos en principio, y sí, es más policías, más profesionalización, mejor pagados, más estaciones de seguridad, más equipo y más vehículos, pero lo importante es la voluntad y la lealtad para hacer las cosas”.