Columnas

Transmigrantes por Tamaulipas: reto para el cambio.

Dr. Jorge A. Lera Mejía
Las olas migratorias no paran de llegar a México y a Tamaulipas, los éxodos migrantes ya no solo son ahora de centroamericanos, cada vez se invade más la frontera mexicana, principalmente la tamaulipeca.
Los gobiernos estatales de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, han hecho lo imposible para frenar las fronteras internas al arribo de los transmigrantes. A la par de centroamericanos y venezolanos, que hoy son mayoría, se siguen observando oleadas de haitianos, cubanos, nicaragüense, ecuatorianos, incluso, africanos y asiáticos.
La migración de tránsito por México y Tamaulipas, no tiene fronteras, la distancia más corta entre Chiapas y EEUU es Tamaulipas. Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, por ende, son hoy por hoy las ciudades más demandadas por los transmigrantes.
La peor amenaza para Tamaulipas y el gobierno del cambio desde octubre del 2022, será atender estos crecientes flujos migratorios. Tamaulipas tiene 17 puentes internacionales fronterizos, que son amenazados por el gobierno de Texas, encabezado por Greg Abbott, que en caso que los gobiernos estatales de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, no aminoren estos nuevos flujos transmigrantes, actuará endureciendo las revisiones de camiones de carga de la frontera, con lo cual provocará nuevamente el estrangulamiento de los flujos de carga de exportación, donde Tamaulipas pierde más que los otros dos estados, por ser nuestra frontera el punto donde cruza diariamente más del 40% de las exportaciones e importaciones terrestres del T-MEC.
Gracias a las crecientes y continuas caravanas, el Instituto Nacional de Migración (INM), hoy se ven forzados, ante la presiones de las mismas caravanas de transmigrantes, incluso hay una nueva nacida este fin de semana, integrada por más de 5 mil personas en su mayoría de venezolanos.
Por estos fenómenos, la crisis migratoria no termina, se agrava y se vuelven a prender los focos rojos en la frontera tamaulipeca.
Nuestra frontera sigue siendo la mas solicitada, donde siguen arribando transmigrantes de Centroamérica, Venezuela y resto del mundo.
Estas oleadas se suman a los más de 15 mil migrantes hoy hacinados en la frontera tamaulipeca, varados en las ciudades del estado.
Como cita Miguel Domínguez, en El Expreso de Tamaulipas, «Los estatus legales son distintos: están los que esperan mientras se procesa su trámite de asilo humanitario en Estados Unidos como parte del famoso programa Quédate en México, que no termina de extinguirse. Están otros que han llegado recientemente a la frontera tamaulipeca sin mayor conocimiento de lo que tienen que hacer para intentar cruzar a Texas. Muy seguramente recurrirán a alguna de las bandas que ofrece estos servicios como parte de sus actividades ilícitas, y desde luego, corren mucho peligro. Hay muchos otros -mexicanos de otras entidades, pero también extranjeros- que fueron expulsados de Estados Unidos y decidieron quedarse en Tamaulipas, en espera de una nueva oportunidad para cruzar.
Sin importar cuál sea su condición legal, todos comparten la misma incertidumbre y las mismas carencias: no hay espacio suficiente en los albergues y los recursos para atenderlos escasean. Pese a ello, siguen llegando por decenas. Ahora mismo, avanza desde el sureste una nueva caravana con mayoría de venezolanos que probablemente tendría a alguna ciudad tamaulipeca como su destino»…
Ante esta realidad que no parece ceder, se impone la necesidad de que la próxima administración estatal encare este desafío desde diferentes ópticas, pero quizás la tarea más urgente sea fortalecer al Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITAM).
Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de Tamaulipas, es un problema de los países expulsores, de tránsito y de destino, y es un tema de nivel federal, estatales y municipales.

Lo más grave en la frontera de Tamaulipas, es que los más afectados son los municipios fronterizos y, más impactan a sus ciudadanos.

Por todo lo citado, se debe de abrir el debate en el gobierno del cambio de Tamaulipas, ahora se requiere dejar de ver este fenómeno como pasajero, además de abrir la mente y el diálogo con los otros tres órdenes de gobierno. No se debe mostrar romanticismo ante este reto que rebasa todas las fortalezas políticas…