Columnas

Votar sin miedo

Este martes cierra el plazo para las actividades de campañas políticas de los tres candidatos que participan en la contienda estatal para elegir gobernador el próximo 5 de junio.

Y es que como en todos los ciclos, todo lo que empieza acaba, de tal forma que el periodo sexenal del reynosense Francisco Javier García de Vaca termina el próximo 30 de septiembre y «de que se va se va».

Para ocupar esa codiciada silla del poder ejecutivo estatal, solo hay de tres sopas.

La que ofrece el gobernante y devaluado PAN en busca de repetir, con César Augusto Verástegui Ostos, en una inusual alianza con sus tradicionales y acérrimos rivales el PRI y el PRD.

La que propone Morena, el cada vez más cuestionado partido en el poder federal, con Américo Villarreal Anaya, en alianza con el Partido del Trabajo y el Partido Verde y Ecologista de México.

Y la que plantea el emergente Partido Movimiento Ciudadano que gobierno los pujantes estados de Jalisco y Nuevo León, con el ex alcalde victorense de no muy grato paso por el Ayuntamiento, Arturo Diez Gutiérrez Navarro.

Ya los partidos y sus candidatos durante los meses de abril y mayo han recorrido municipios y regiones para sostener encuentros con militantes, sociedad civil, sectores de la población, grupos políticos y económicos.

A la par con la intención de establecer lazos de comunicación y compromiso con la sociedad, así como sus propuestas de gobierno, también ocurrieron las llamadas «campañas negras» o mal llamada «guerra sucia», pues ninguna guerra es limpia ni sana.

Hubo intensas movilizaciones de las estructuras de los partidos en el ejercicio de los poderes estatal, federal y municipales.

Pues como institutos políticos no hay ya poder de movilización.

También se vieron en operación otras estructuras estatales y federales para intentar o sacar de la actividad política o partidista a alcaldes, diputados, dirigentes de partidos, familiares de candidatos, a un candidato, además de integrantes del Gobierno del Estado.

Aunque se  trata de presentar los casos como «denuncias ciudadanas anteriores» sobre supuestos delitos de corrupción,  relaciones con delincuencia organizada, procesos de desafuero, entre otros,  que estos procesos se den en el marco de las campañas políticas, les da esa connotación.

El tiempo de los partidos y sus candidatos para trata de convencer a los indecisos, está a punto de concluir.

Vendrán a partir del 1 de junio los días de veda electoral, para que la ciudadanía que tenga dudas reflexione, analice, valore y determine a quien dará el voto.

Y lo mejor es que se haga sin presiones, sin miedo, sin temores, sin hacer caso de amenazas de retiro de becas, pensiones, subsidios alimenticios, salarios, compensaciones, suspensión de contratos de trabajo.

También libre de compromisos de entregar fotografías de boletas cruzadas en favor de tal o cual partido.

Sin hacer caso a las amenazas de que estarán siendo vigilados para asegurar el voto direccionado.

Tampoco por el anzuelo de que se tendrán dádivas en dinero o especie si se vota por alguna de las opciones.

Cada vez es más difícil hacer fraude robando urnas o alterando el resultado, por el avance de la tecnología en el escrutinio y participación de la sociedad en la vigilancia de la jornada electoral.

Por ello, los partidos buscan influir e incidir en la dirección del sufragio con innumerables mañas, artimañas y trucos que van desde las más sencillas a las amenazas y el terror.

Ni desde el gobierno federal, ni desde el Gobierno Estatal o desde los Gobiernos Municipales se deben dar intervenciones de cualquier tipo o nivel para intentar cambiar la voluntad popular.

Es el poder del ciudadano el que debe imperar por encima de todo y de todos.

El poder político ni se impone, ni se hereda, ni se compra, por los gobernantes actuales para beneficiar a sus partidos o a sus amigos.

Toca a las y los 2.7 millones de tamaulipecos inscritos en el padrón electoral y contemplados en la lista nominal, definir quién sigue en mandato de Tamaulipas.

Si los tres candidatos no convencieron.

Habrá que ver hacia donde están más fuerte el voto de castigo.

A la animadversión hacia el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, uno de los peores calificados a nivel nacional.

O a la incertidumbre que generan las controversiales declaraciones mañaneras del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Apreciado lector y elector. Tome usted la decisión por quién votar, que nada ni nadie le coarte ese derecho.

Reafirmemos éste 5 de junio el voto libre.

Hagamos comunidad.

Por el bien de Tamaulipas, de su municipio, de su barrio o colonia, de su familia y de usted en lo individual.

Vote con la cabeza.

No con el  corazón

No con los ojos,.

No con el hígado.

Y mucho menos con el estómago.