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Circo sin domadores, sólo payasos

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Circo sin domadores, sólo payasos

Armando Berrones

En uno de los artículos que tuve a bien pergeñar el año pasado y que intitulé: “Enriquécete y Vencerás”, recuerdo que señalé con agudeza que la clase política de Tamaulipas debiera aplicarse, y más aún, convencer con programas de sustento social, que no electorero, a los ciudadanos que acudirán a votar el año próximo para la renovación de los distintos órdenes de gobierno. Incluso referí que era indispensable que la política retomara su sentido primigenio, esto es, velar por el interés social, propiciar justamente la participación ciudadana e incentivar el escrutinio constante del desempeño político de los servidores públicos, dado que son pagados con el dinero de los ciudadanos honrados y responsables

Asimismo hacía énfasis en la evitación laudatoria de la depredación criminal y cómplice en aras de dignificarla y en que valdría la pena ponderar en que toda la agenda pública de los partidos contendientes tendrá que replantearse en una forma diferente de hacer política que vaya, ciertamente, direccionada a aquello que se conoce como la vigilancia del bien común, considerando lo que la filosofía manifestaba en aquellas calendas, en el tiempo de Aristóteles en la Polis y aquello de que el hombre es un “animal político”.

Por cierto, cabe abundar aquí otro de los conceptos lleno de pragmatismo que tiene la política: “Una actividad realizada con vistas a ganar posiciones en la lucha por el poder sobre el Estado. Toda actividad política, cualquiera que sea su carácter, pacífica o violenta, tiene como objetivo la conquista de un poder sobre los órganos de las decisiones que conciernen a la Polis y ésta recae en nuestra sociedad principalmente sobre los aparatos del Estado. Todo ello es destacable siempre que esa lucha por obtener mayor influencia en las decisiones colectivas busque transformar las instituciones en instrumentos de la orientación y particularmente lleve a la sociedad a mejores condiciones de bienestar y a tener paz abundantemente.

Esto viene como lanza en ristre ya que el pasado 7 de septiembre, el Instituto Nacional Electoral (INE) dio el banderazo de salida a todas las actividades para la jornada del 6 de junio de 2021, en la que se esperan los comicios más grandes en la historia del país, con más de 21,000 cargos en juego, por lo tanto, es de vital importancia tenerlo presente.

Además, como se sabe, en este periodo estarán en la lid participando cerca de 95 millones de ciudadanos en todo el país a fin de renovar 15 gubernaturas, la Cámara de Diputados, alcaldías y congresos locales.

Urge, pues, replantear los conceptos del quehacer político, dejar de lado la lucha encarnizada por escalar mayores posiciones de influencia y la mentada “tenebra” para ponerse a trabajar por los ciudadanos que confíen y depositen su voto a los próximos representantes en los órganos de gobierno.

Hago votos porque los próximos aspirantes a las candidaturas a puestos de elección popular tengan presente estas reflexiones filosóficas y no sólo vean por sus intereses facciosos, ya que de ser así, seremos testigos una vez más de lo que dijo un poeta y escritor italiano: “La política italiana es un circo, sin ni siquiera domadores, sólo payasos.” ¿En México estaremos muy alejados de esa misma realidad?

@ArmandoBerrones