POLÍTICATamaulipas

Comida, baile y monta de toros en el «Cumple» 268 de Güémez, Tamaulipas

Por Felipe Martínez Chávez

Güémez, Tamaulipas.- El uno de enero los güemenses tienen doble festejo: El año nuevo y el aniversario de su comunidad.

Es una tradición que viene desde aquella mañana del primer día del año 1749, cuando Don José de Escandón y Helguera reunió a las 79 familias que lo acompañaban, para decirles que se quedarían a dar “calor” a la villa que acababan de fundar.

Hoy, 268 años después, los descendientes del grupo de colonizadores se volvieron a reunir para recordar a los realizadores de ese paso histórico. Encabezados por su alcalde, Carlos Adrián Cárdenas González, lo hicieron con eventos familiares de convivencia: Una comida, fiesta y monta de toros de rodeo. Por la noche el tradicional baile.

Ya no son los 300 habitantes de la época escandoniana. Son miles que se dieron cita para regresar la vista hacia su pasado y rendir homenaje a quienes hicieron posible el triunfo de esa aventura.

Allí en el auditorio abarrotado de vecinos, Cárdenas González se refiere al 2017 que comienza con esperanza.

Le damos la bienvenida a 365 hojas en blanco que representan la maravillosa oportunidad de escribir, todos, nuestra propia historia, desde el primer día.

Habla del año que se fue:

Nos ha dejado experiencias y recuerdos inolvidables. Nos dejó sobre todo la valiosa y hermosa lección de que, juntos y unidos, podemos lograr todo lo que nos propongamos.

Las familias comparten el pan y la sal. Vinieron desde comunidades ejidales y congregaciones. Estas fechas los unen, les dan cohesión en propósitos comunes.

Hay picadillo, arroz y otros guisados de la región que prepararon las mujeres en una tarea que comenzó desde la noche anterior. Carlos saluda mesa por mesa. La gente le hace peticiones y él responde.

Desde siempre los güemenses han estado ligados a la religión. La Villa fue fundada bajo la advocación de San Francisco, templo que sigue en pie pese a los años transcurridos.

El alcalde Cárdenas González:

Tengamos mucha fe, esperanza y confianza en Dios que la historia que todos escribamos a partir de hoy (1 de enero) será sin duda una obra maestra. La obra la conformamos y la construiremos todos. Nuestra obra maestra en Güémez.

Les deseó feliz año a todos y todas y reiteró que “no les fallaremos”.

LA TRADICIONAL FIESTA DEL RODEO

Mientras tanto, a tres cuadras ya se prepara el gran rodeo que traerá la diversión del pueblo entero. Las familias toman con tiempo sus lugares preferidos. Como hace 268 años, no pocos hombres y mujeres llegan en sus caballos.

¿Cómo se llama tu yegua?

Es Mariposa, es potranquita todavía -responde el joven caballerango.

-¿Vas a participar?

-No. Solo para dar la vuelta.

Para aquellos que no pudieron ir al auditorio, una camioneta reparte platillos ahí en el rodeo.

El ganado en las corraleras. Son diez toros del rancho Dos de Oros ubicado en el municipio de Palmillas. El mismo número de vaqueros que tratarán de hacer su mejor papel: Permanecer por ocho segundos en el lomo de los animales.

-¿Es riesgoso hacer la suerte? -le preguntamos a Rick Gaspacho, como le dicen.

-Sí, pero nos gusta.

Tiene ocho años trabajando en el rodeo. Permanece en escena para “quitarle” el toro a los jinetes cuando son echados a tierra.

Otro de sus compañeros es Noé. Dice que su alias es El Chupón. También es el payaso del rodeo.

-¿Qué te dio por esto?

-Por los amigos que se dedicaban.

Antes del evento “fuerte”, Chupón divierte a los niños organizando pequeños concursos. Les entrega premios.

Los toros también tienen apodos: “El halcón de la frontera”, con edad de un año ocho meses. Esta será su segunda aparición en eventos.

“El Chapulín”, “El Juguete”, “Sicario”.

Son animales de cruzas de raza cebú que pesan hasta 500 kilogramos. Algunos agresivos que responden con fuerzas ante la embestida de las espuelas de los jinetes.

Antes de presentarse en funciones son sometidos a entrenamiento en los corrales del rancho, señala uno de los responsables del hato.

-¿Qué necesita un buen toro?

-Lo calas y, si es bueno, lo traes. Si no; lo metes a la carnicería…y si es semental, lo dejas para las vacas.

LISTA DE QUIENES DESAFIAN EL PELIGRO

En el ala oriente del rodeo ya están el alcalde Carlos Adrián Cárdenas González y su esposa Ana Karen García de Cárdenas. Son acompañados por sus tres hijos menores. Reciben aplausos de la concurrencia. También están sus principales colaboradores e integrantes del cabildo.

Es entonces que se hace la presentación de los que van a montar. Son los que desafían el peligro. Hay algunos tamaulipecos.

Alejandro Carreón, de Tampico; Adolfo “Vaquerito” Aranda, de Tamaulipas; Emiliano Pedraza, regiomontano; Octavio Medrano, de Guadalupe, Nuevo León; José Reyna, de Aguascalientes.

Entre los locales: Fernando Cabrera, de El Barretal; Luis Reséndiz, de Güémez; “El Burrito” Martínez, de Tula; “Pepo” Camacho y Gerardo Reyes de El Sabinito y Pancho Mata, de Victoria.

El director de arena es Ricardo del Fierro, experimentado en este tipo de escenarios.

A un lado las ambulancias de los servicios de emergencia de la presidencia de Güémez. Su primera actuación se dio con Francisco Cabrera, el de El Barretal. Se lastimó en la caída cuando lo derribó el toro. Nada de consideración.

Ante las emociones de los miles presentes transcurre la fiesta que enmarca el aniversario de la antigua Villa de Güemes (con “s”, como es el apellido de Don Francisco de Guemes y Horcasitas, el Virrey de la Nueva España en cuyo honor fue bautizada esta comunidad).

La monta culmina con la luz del día. Es entonces que los asistentes se encaminan a la Plaza Principal donde arranca el baile popular amenizado por los Hermanos Gómez y Los Líricos Jr., muy conocidos en la región rural del centro de Tamaulipas.