Columnas

Como quiera ganará PRI

Tribuna

Por Javier Terrazas

Como quiera ganará PRI

Tamaulipas vivirá un proceso electoral para elegir gobernador el 5 de junio del presente año.

Los tamaulipecos, después de muchos años del partido hegemónico, el PRI, optaron por la alternancia y en el 2016, votaron PAN.

El hartazgo de ver las mismas caras, los mismos programas, las mismas tranzas o los acuerdos cupulares llevaron a ese desenlace.

Desgraciadamente, el resultado no fue más de lo mismo, sino peor, pues Francisco García Cabeza de Vaca, refinó en los abusos y atropellos.

Recuerdo, ya en la agonía del último sexenio oficial con las siglas del PRI, que tocó conducir por derecho de sangre a Egidio Torre Cantú (tras el asesinado de su hermano Rodolfo), la gente decía que se había tocado fondo.

Sin embargo, al pasar de los años esos mismos grupos añoraban los tiempos tricolores, porque el Cabecismo que ofreció cambios y mejoras sustanciales, nunca cumplió.

Por ello es de los gobernadores peor calificados a nivel nacional de acuerdo a los sondeos de especialistas en los últimos cuatro meses. Y de ahí es difícil que salga.

En la antesala de la elección de gobernador, ocurren cosas muy extrañas en Tamaulipas. Los archirrivales o enemigos de las urnas el PAN y el PRI, se toman de la mano. Y de paso llevan al PRD.

Recuerdo en la elección de la década de los noventas, cuando Jorge Cárdenas buscó la gubernatura con la extraña alianza PAN-PRD, precisamente contra el PRI que postuló a Manuel Cavazos Lerma.

Ahora en esa alianza van el PAN y el PRD que ya tenían amasiato previo y suman al PRI, a ese mismo PRI que tanto se atacó, combatió, persiguió y encarceló.

Difícil de creer, como diría un conductor de televisión. Pero de ese tamaño es el miedo a perder el poder.

Y lo más irónico, es que siendo el PAN el “partido fuerte” de esa alianza, el único panista puro que tienen en la contienda interna, Jesús Nader, no se toma en cuenta.

Se anteponen intereses personales y grupales, de tal forma que el más viable es César Augusto Verástegui Ostos, un exlíder cañero cenecista, o sea ex priista, que luego incursionó en las filas del panismo, donde le pusieron mucha levadura y las circunstancias lo inflaron demasiado.

Pero no es esta alianza la única que veremos en las boletas electorales, también se formalizó el trio partidista formado por Morena, PT y PVEM.

Resulta que los tradicionales partidos paleros del PRI, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México, ahora se suman a Morena, el partido de moda, que ganó las alcaldías más grandes (excepto Tampico) y el Congreso Local, en la pasada contienda.

En esta alianza, a reserva de que lo concreten con el registro ante el Instituto Electoral de Tamaulipas en marzo, todo indica que el abanderado es el Senador Américo Villarreal Anaya, de reciente afiliación morenista en el 2018, pero con largo pasado priista, pues su padre fue gobernador tricolor de 1987 a 1993 y gozó de las mieles de esos tiempos y posiciones administrativas posteriores.

Y un tercer actor en la extraña lucha por la conquista de la gubernatura es otro ex priista de ocasión, Arturo Diez Gutiérrez Navarro, quien fuera dirigente del PRI en Victoria y luego presidente municipal de la capital de Tamaulipas, todo ello de la mano de su amigo ex gobernador.

De ser esas las cartas finalistas en la boleta electoral del 5 de junio, en Tamaulipas el ganador será el PRI.

Pues el tricolor aún en su debacle y desbandadas, aparecen sus viejos militantes del pasado neoliberal y tecnócrata, como los inminentes abanderados a la gubernatura.

Qué bonita  y visionaria familia tricolor.

La transformación les llegó.