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LAS CUMBRES DEL PODER: EL ÁGUILA Y EL JAGUAR

CUADRANTE POLITICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

LAS CUMBRES DEL PODER: EL ÁGUILA Y EL JAGUAR

Los hijos nacen de una mirada de amor, y de un sueño que una mujer y un hombre deciden emprender. A partir de ahí, la ruta no es una monótona línea recta sino ascendente, lo cual explica la verdadera naturaleza de la vida: una larga marcha que, para ser exitosa, requiere de mucho esfuerzo.

El bastón de los buenos ejemplos, puede servir para sortear las primeras rocas, y seguir avanzando hacia la cumbre de los propósitos y proyectos.

Ciertamente la infancia es fundamental: si nos enseñan soledad, nos las arreglaremos como tal. Pero si tus padres te regalan una sonrisa, y te educan en la consecución de metas y objetivos trascendentes, entonces te están equipando con la mirada del águila.

De ti dependerá si desarrollas la elasticidad del jaguar. 

Ambos ejemplares que acabamos de citar, desempeñan un papel de liderazgo, en las alturas y en territorio. Unidos son indestructibles. Pero dependerá de que ambos se comuniquen estrechamente. Desde arriba, el águila tiene una visión superior y se entera de los riesgos que el jaguar puede tener. Observa sus movimientos, y puede aconsejarle por dónde ir, para evitar contratiempos.

A su vez, el jaguar es toda energía y velocidad. Posee la astucia natural de su genética y avanza con un performance de elegancia y de gran poder. Los jaguares, son referentes de avanzada eficaz y relampagueante. Se concentran en su presa, y cuando se deciden a atraparla, difícilmente se les escapa.

Hablamos del felino más imponente de América, ese continente bautizado con el nombre de un explorador histórico, vencedor de océanos. El primer Américo que aparece en los libros, es el de un navegante cuyo nombre original en italiano, era Américo Vespucci. Su vida fue un andar permanente sobre el mar. Y por las noches, descubría jardines de luz, en el inmenso y silencioso arrecife celeste de las constelaciones.

Hoy, en Tamaulipas hay dos Américos. El primero gobierna con sensibilidad humanista y vocación social, Mientras que su hijo dedica todo su tiempo a gestionar y resolver peticiones de los sectores más necesitados de las comunidades urbanas y rurales que requieren de un apoyo solidario. Obviamente sigue su ejemplo.

Hace unos días, los dos Américos emprendieron el ascenso al “Bernal de Horcasitas”, la montaña más elevada de Tamaulipas. Me pareció un buen detalle, porque eso envía un mensaje de un gobernador físicamente fuerte, garantía de salud ante el imponente trajín los viajes, las giras, y todo lo inherente a los asuntos del poder público.

Pero además, no es igual escalar una montaña de casi un kilómetro de escabrosa cuesta,  que aparecerse en una cancha de futbol y patear un baloncito para la foto,  como lo hacía  Cabeza de Vaca. Las diferencias en este y otros temas, son más que elocuentes.

Sin entrenamiento previo, la subida al “Bernal de Horcasitas, no es tarea fácil. Hablamos de una pendiente que tiene 820 metros sobre el nivel del mar. Y de acuerdo a quienes conocen el tema, es un viejo volcán extinto, con una edad aproximada de 28 millones de años.

Para un alpinista experimentado como el actual gobernante tamaulipeco, que en su historial  trae nombres como el Monte Elbrus, el Mont Blanc, el Aconcagua,  el Chimborazo, y nuestros Popocatéptl e  Iztaccíhuatl, atacar la cumbre del “Bernal”, debe haber sido como un dulcito.

Durante el ascenso, Américo padre iba vestido con un conjunto deportivo en color negro, la camiseta llevaba al frente las siglas de AVA. Mientras que Villarreal Santiago llevaba un jersey con el estampado de un vistoso jaguar.

Dejamos para el final la lectura de este significativo arribo a la cumbre más alta de Tamaulipas.

¿Cuál es el mensaje?

Lo que están enviando ambos, es una unidad por demás evidente, y un total respaldo para las actividades humanistas y solidarias que realiza en el estado, Américo Villarreal Santiago. Y viceversa, un trabajo de territorio que fortalece al sexenio en lo social. La simbiosis perfecta.

Desde lo alto del “Bernal”, los tamaulipecos vimos a un Mufasa sensible y humanista, que igual anuncia pensión vitalicia para personas con discapacidad, que rescata las escuelas de educación especial, con una inversión de más de 19 millones de pesos. Y un Simba que, a base de disciplina y esfuerzo, está siguiendo el andar de su padre, por el sendero de hacer el bien, sin mirar a quien.

Para corroborar lo anterior, basta con ver lo que escribió Américo Santiago, en las primeras líneas de su texto, relacionado con la visita a la cumbre del Bernal.

“La vida es como una montaña… y siempre llegas a la cumbre, acompañado de los mejores, gracias PAPÁ” .

“Sigamos transformando a Tamaulipas”.