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Llaman a la grey católica a tener real encuentro con Dios en esta Navidad

*Emite Obispo mensaje navideño en donde expresa su tristeza por la indiferencia ante el sufrimiento humano, y dolorosamente, la manera en que nos estamos acostumbrando a contar muertos cada día y a llenar estadísticas del dolor

María de Jesús Cortez

Al emitir su mensaje de Navidad, el Obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano hizo ver a la grey católica que esta celebración no se trata sólo de convivir en familia e intercambiar regalos sino del encuentro con Jesús, el hijo de Dios, quien hecho niño manifiesta el tierno amor del padre que se acerca a nosotros.

«La celebración de la Navidad para los cristianos no sólo es una tradición llena de colorido o la oportunidad de convivir en familia, y encontrar un espacio para intercambiar saludos y regalos, sino que primordialmente es el encuentro con una persona, Jesús el hijo de Dios que se hace niño y nos manifiesta el tierno amor del padre que se acerca a nosotros. Contemplar este misterio y hacerlo nuestro es la verdadera maravilla de la Navidad”.

Esto, dijo que nos lleva a comprender que nuestra humanidad nunca será la misma porque ha sido tocada por la divinidad de Jesús. “El misterio de la Navidad nos hace comprender el valor de la vida, y la dignidad de todas las personas migrantes, enfermos, pobres, las creaturas ya concebidas desde el vientre de su madre, descartados por la sociedad, etc., porque en todo hombre y en toda mujer existe ya esa chispa divina que Jesús en su nacimiento deposito”, destacó la autoridad eclesiástica.

Expresó que la fiesta del nacimiento de Cristo es la alegría profunda del valor de la vida humana que Dios Padre confirma con el nacimiento humilde de su hijo y que nos invita a contemplar con profunda devoción.

“Cuántos pecados contra la vida humana en el mundo y en nuestro país! Vemos con tristeza la indiferencia ante el sufrimiento humano, y dolorosamente, la manera en que nos estamos acostumbrando a contar muertos cada día y a llenar estadísticas del dolor, todos estamos llamados a cuidar y a hacer crecer la vida a nuestro alrededor, empezando por las personas más cercanas a nosotros que muchas veces descuidamos y olvidamos”.

Resaltó que la Navidad es la fiesta de la vida, de ese gran Don de Dios para cada ser humano, donde ha de buscar su plena realización y su felicidad. “Todos los buenos deseos de esta celebración, paz, alegría, fraternidad, solidaridad, amor…hacen brillar hacen brillar los anhelos más bellos del corazón humano, pero no tienen que quedar en simples deseos, sino en auténticos compromisos, que nos lleven a velar por la dignidad de toda la vida humana”.

Hizo hincapié en que la Navidad brinda la oportunidad de agradecer a Dios por nuestra vida, y la vida de todos nuestros hermanos, a cuidarla y hacerla florecer con los dones que él nos ha dado, a levantar nuestras manos, y elevar nuestra oración por un mundo de paz, fraternidad y vida plena para todos.