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“La Texana” y el fatídico fíat 187

Opinión pública

“La Texana” y el fatídico fíat 187

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.- No dijo causas, o temores, ni apuntó domicilio para oír y recibir notificaciones. Solo renunció. Por eso la respuesta del Gobierno del Estado le llegó vía Periódico Oficial del Estado.

Hablamos de la renuncia de “La Texana”, María del Pilar Gómez Leal, de triste memoria en su efímero paso por la alcaldía de Victoria, al fatídico fíat notarial número 187 en su vigencia de 41 años.

Desde que dejó la alcaldía entre escándalos de corrupción, la “gringa” se habría trasladado a vivir a Mc Allen, Texas, de donde es originaria, y no regresó ni por la feria.

A ello se sumó la derrota en su (primera) prueba en las urnas, luego de haber sido impuesta por el Congreso del Estado como presidenta sustituta del guarapeto  Xicoténcatl González Uresti, otro de los saqueadores del presupuesto victorense, ayudado por su familia.

Con efectos a partir del  29 de diciembre del 2022, publicación en el POE, Gómez dejó de ser fedataria en el distrito capitalino después de 13 años de gozar del título, aunque en los hechos ausente de protocolos.

¿Razones? Ya no había motivos para alargar permisos, en tanto la Contraloría Municipal y, en apariencia también la Fiscalía Anticorrupción, le siguen los pasos muy de cerca por la “hebra” con que se fue. No se presentó a los citatorios del fiscalizador municipal.

Dejó cuentas pendientes que la pueden conducir a prisión “sin tocar baranda”, a menos que los trámites de extradición le den más tiempo del ordinario.

El Gobernador Eugenio Hernández Flores le otorgó el fíat por acuerdo de febrero del 2009, publicado cuatro meses después, sin haber cumplido los requisitos básicos de examen de conocimientos ante un jurado de profesionales en la materia.

Según la Dirección de Profesiones de la SEP, tiene una licenciatura en Derecho por el Tecnológico de Monterrey de 30 años atrás, sin experiencia como fedataria adscrita.

¿Por qué fatídico? El número 187 nació el 21 de enero de 1981, a favor de Leopoldo Juan Bello López. El acuerdo se publicó en marzo del 82, gobierno de Emilio Martínez Manautou.

Pero inmediatamente después, el tres de febrero, Polo pide y le autorizan una licencia en funciones notariales hasta en tanto culmine su nombramiento como Subprocurador del Estado, cargo que había detentado desde 1975.

El título de notario apareció en el paquete que integraron, entre otros, personajes como Magdaleno Mata Blanco, J. Guadalupe González Galván, José Manuel Adame Mier, Antonio Marroquín Vargas, Rogelio Ramírez Covarrubias, Edmundo Castro Medina y Carlos Cantú Rosas.

Bello tampoco ejerció. Estuvo solicitando licencias por motivo de desempeñar funciones administrativas, ya como titular de la Policía Judicial o Director de Tránsito en Victoria. Estuvo muy ligado a las corporaciones policiacas. Descendiente del General Bello, la ganadería también era lo suyo.

La mala vibra del 187 comenzó con la muerte del abogado Bello. Era titular de Vialidad en la capital. Su cuerpo apareció abordo de su vehículo en una calle cercana a sus oficinas con un balazo calibre .357 magnum en la cabeza. Oficialmente se declaró suicidio.

Desde el 2000 había delegado funciones de adscrita a su esposa Blanca Amalia Cano Garza, también egresada de Leyes UAT Victoria y más tarde magistrada del Tribunal de Justicia.

El 24 de abril del 2001 pidió le cancelaran el título de fedatario para concederlo a su hijo Carlos Gerardo Bello Cano, llevando como suplente adscrita a la propia madre.

Carlos arregló los papeles a su nombre con fecha dos de diciembre del 2002, ejerciendo, el sí, funciones propias del notariado. Alcanzó tanto reconocimiento que llegó a ser el presidente estatal del Colegio de Notarios.

En calidad de tal, en octubre del 2008 despegó junto con cuatro abogados más del aeropuerto Pedro J. Méndez, en una avioneta, para dirigirse a Nuevo Laredo donde  por la tarde tomaría posesión el dirigente local de notarios.

Por falla de la aeronave se desplomaron y perdió la vida junto con los notarios Norma Díez Cuán, Pedro Mier Reyna, un auxiliar y el piloto, en hechos que conmocionaron a Victoria y Tamaulipas.

Se dijo entonces que el notario Alfonso Fuentes García, de Reynosa, salvó la vida por ocupaciones que no le permitieron llegar a tiempo al aeropuerto.

El fíat de la desgracia fue retomado por Pilar Gómez, emparentada con la familia Bello Cano, aunque también sin ejercicio real por trabajar en el Gobierno del Estado bajo la sombra de su primo Francisco Javier García, quien la hizo diputada local y presidenta sustituta, hasta que mordió el polvo en 2021 en el intento por refrendar la alcaldía en las urnas.

Después de la cachetada que le asestó la ciudadanía, la mujer habría marchado a tierras gringas desde junio del 2021. No se volvió a saber de ella. No acudió a los citatorios de la Contraloría de Eduardo Gattás Báez. Volvió a los medios al publicar el POE la renuncia a la notaría.

En otros asuntos, este miércoles 4 regresan a labores el Gobierno del Estado y la Universidad Autónoma de Tamaulipas luego de periodo vacacional decembrino. Es precisamente el Día del Periodista en que el Gobernador Américo Villarreal Anaya se reunirá con los comunicadores.

Reanudará la buena relación con los medios, que se vio interrumpida con Francisco Javier García, cuasi enemigo y autor de persecuciones en contra de periodistas.