Columnas

Luis Lauro …

EL MURO, S.A / ARTURO ROSAS

Al reeditarse la versión de guerra sucia contra el gobernador electo, aparece como uno de los principales enlaces Luis Lauro Reyes, Delegado Federal de Bienestar, quien a pesar de estar en el Gobierno Federal, es eventual conspirador y aliado del PAN.

El súper delegado, quien no ha podido superar sus grandes diferencias con Erasmo González  y con José Ramón Gómez Leal, participa en un juego perverso y traidor; no sólo contra el gobernador electo, sino  también contra el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Así se ha exhibido en reuniones que ha sostenido con algunos panistas, con quienes se comprometió a entregarles espacios no solo en delegaciones federales en Tamaulipas, sino también en el gobierno del estado a partir del primero de octubre.

Por ello a Luis Lauro, ya lo ven como un enemigo adentro. El equipo de Américo y altos funcionarios del gobierno federal, están apostando por tumbar al desleal funcionario, por estar poniendo piedras al gobierno electo que a partir del primero de Octubre tomará las riendas del Estado.

El mayor tiempo de los recorridos que hace el Delegado Federal de Bienestar por Tamaulipas, es para armar grupos, siempre y cuando, confirme que son personas que se resisten en apoyar las políticas que vaya a emprender Américo.

La advertencia sale de los propios panistas que ven con triunfo, cómo lograron manipular a un silvestre Delegado, porque esos son los elementos que el PAN necesita para los siguientes dos años.

Si Luis Lauro ya está del lado del PAN, el siguiente nivel es comenzar a filtrar e instalar a panistas de bajo perfil, pero panistas que puedan ir poniendo piedras en trámites o gestiones desde el gobierno federal y el ‘súper delegado’ les va abrir la puerta.

Evidentemente no se requiere que sean talentosos, pero sí que, desde el interior, puedan dañar las políticas que emprenda el gobierno federal los próximos dos años, para tratar que Morena, se vaya debilitando ante la sociedad, por la falta de atención desde el gobierno federal.

La tarea de los infiltrados que va empujar Luis Lauro, desde las diferentes Delegaciones del Gobierno Federal, estará acompañada con la generación de los conflictos internos que se puedan generar al interior del partido.

Sobre todo, ahora que se está preparando la renovación de la Presidencia del Comité Directivo Estatal de Morena.

No hay que pasar por alto que, en las listas de aspirantes a Congresistas Nacionales y Estatales que se votaron el pasado 30 de julio, hubo simpatizantes o claros seguidores de César Verástegui, empleados de la Secretaría General de Gobierno, seguidores del PAN que decidieron inscribirse en el proceso de Morena, para infiltrarse y en una de esas hasta pega.

Desde ahí también se busca desequilibrar a Morena, la idea es ir con todo, pero hay un aspecto que interesa poner atención: las íntimas amistades de Luis Lauro con algunos panistas.

A pesar de que Luis Lauro habla pestes de personas como Erasmo González Robledo, JR, Úrsula Salazar, Armando Zertuche, Humberto Prieto, Makí Ortiz, al menos así lo dicen, extraña que se esté reuniendo muy seguido en el sur con personajes como Adrián Oseguera de Ciudad Madero.

El equipo político de Américo y la clase política de Morena que estará acompañando al gobernador electo, debe estar muy atento de la operación política que Luis Lauro Reyes Rodríguez está haciendo.

Si algo tienen los panistas, es que saben operar, es cosa ver cómo están minando el camino rumbo a la sucesión del primero de octubre y cómo se está operando desde el Poder Legislativo, sin pasar por alto las posturas que se han asumido para hacerle la guerra sucia de nueva cuenta, al gobierno electo.

Por Arturo Rosas H